En el mundo de las finanzas personales, uno de los conceptos más importantes para mantener una economía sana es el de capacidad de endeudamiento. Este término se refiere al monto máximo que una persona o familia puede destinar al pago de deudas sin poner en riesgo su estabilidad financiera. En México, donde el acceso al crédito ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, entender y calcular correctamente este indicador es fundamental para evitar caer en sobreendeudamiento.
A continuación, exploraremos qué es exactamente la capacidad de endeudamiento, cómo calcularla, qué factores influyen en ella y algunas recomendaciones para mantener tus finanzas en equilibrio.
¿Qué es la capacidad de endeudamiento?
La capacidad de endeudamiento es la proporción de los ingresos que una persona puede utilizar para pagar deudas sin comprometer su bienestar económico. Esta métrica permite evaluar si una persona está en condiciones de asumir nuevas obligaciones financieras, como un crédito hipotecario, un préstamo personal o el uso de tarjetas de crédito.
En México, tanto los bancos como otras instituciones financieras utilizan este indicador para determinar si aprueban o no un crédito. También sirve como una herramienta útil para los consumidores, ya que les permite tomar decisiones informadas sobre su economía personal.
¿Por qué es importante conocerla?
Conocer tu capacidad de endeudamiento te ayuda a:
Evitar el sobreendeudamiento, que ocurre cuando los pagos mensuales superan tu capacidad de pago.
Planificar compras importantes como un auto o una casa.
Tomar decisiones financieras más seguras.
Mantener un buen historial crediticio, ya que pagar a tiempo depende de tener compromisos que realmente puedes asumir.
¿Cómo se calcula la capacidad de endeudamiento?
Aunque existen diferentes métodos, uno de los más comunes en México es calcular la capacidad de endeudamiento como un porcentaje de los ingresos netos mensuales. El porcentaje recomendado varía entre el 30% y el 40% de los ingresos, dependiendo del tipo de crédito y del perfil financiero del solicitante.
Fórmula básica
La fórmula general para calcular la capacidad de endeudamiento es la siguiente:
Capacidad de endeudamiento = (Ingresos netos mensuales x 0.30) – (Pagos actuales de deudas)
Ejemplo práctico:
Supongamos que tienes un ingreso neto mensual de $20,000 pesos y ya pagas una deuda mensual de $2,000 pesos. El cálculo sería:
Ingresos netos x 0.30 = $6,000
$6,000 – $2,000 = $4,000
En este caso, tu capacidad de endeudamiento sería de $4,000 pesos mensuales. Esto significa que podrías adquirir una nueva deuda que no supere ese monto mensual sin comprometer tu estabilidad financiera.
Factores que influyen en la capacidad de endeudamiento
Además de tus ingresos y deudas actuales, existen otros factores que pueden influir en tu capacidad de endeudamiento:
1. Historial crediticio
Las instituciones financieras consultan tu Buró de Crédito para conocer tu comportamiento financiero anterior. Si tienes pagos atrasados o mal historial, es probable que te otorguen menos crédito o lo hagan a tasas más altas.
2. Tipo de ingreso
No es lo mismo tener un salario fijo que ingresos variables o por comisiones. En México, muchas personas trabajan por cuenta propia, por lo que los bancos suelen tomar en cuenta un promedio de los ingresos de los últimos seis meses para calcular la capacidad de pago.
3. Carga familiar
El número de personas que dependen de tus ingresos también puede afectar tu capacidad de endeudamiento. A mayor carga económica, menor será tu margen disponible para asumir nuevas deudas.
4. Nivel de gastos fijos
Aunque el cálculo estándar se basa en un porcentaje de los ingresos, es recomendable considerar también los gastos fijos mensuales (alimentación, transporte, servicios, educación, etc.) para hacer un análisis más realista.
Recomendaciones para mejorar tu capacidad de endeudamiento
Si al hacer el cálculo descubres que tu capacidad de endeudamiento es baja o incluso negativa, no te preocupes. Aquí hay algunas recomendaciones para mejorarla:
1. Reduce tus deudas actuales
Prioriza pagar aquellas deudas con tasas de interés más altas (como las tarjetas de crédito). Conforme disminuyan tus pagos mensuales, aumentarás tu capacidad de asumir nuevas obligaciones.
2. Aumenta tus ingresos
Buscar fuentes de ingreso extra, como un segundo empleo, ventas por catálogo o emprendimientos digitales, puede ayudarte a mejorar tu capacidad de endeudamiento.
3. Reestructura tus deudas
Si tienes muchas deudas dispersas, puedes acercarte a tu banco para solicitar una consolidación o reestructuración de crédito. Esto te permitirá unificar pagos y reducir intereses.
4. Lleva un presupuesto
Elaborar un presupuesto mensual te ayudará a identificar en qué estás gastando y dónde puedes ahorrar. Muchos mexicanos no llevan un control de sus finanzas, lo que puede llevar al desorden financiero.
¿Qué pasa si me sobreendeudo?
El sobreendeudamiento ocurre cuando los pagos de tus deudas superan tu capacidad de pago, obligándote a dejar de cubrir otras necesidades básicas o incluso caer en impago.
Algunos de los riesgos del sobreendeudamiento incluyen:
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Deterioro del historial crediticio
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Intereses moratorios y penalizaciones
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Llamadas de cobranza
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Dificultad para acceder a nuevos créditos
Por eso es vital calcular tu capacidad de endeudamiento antes de solicitar un crédito, especialmente si estás pensando en compromisos de largo plazo como una hipoteca, financiamiento automotriz o un servicio de salud como enfermeras a domicilio.
Podemos concluir que la capacidad de endeudamiento es una herramienta clave para tomar decisiones financieras responsables. Calcularla correctamente te permite saber hasta qué punto puedes comprometerte con nuevas deudas sin poner en riesgo tu bienestar económico.
En México, donde el acceso al crédito ha crecido pero también el número de personas con problemas financieros, es más importante que nunca tener una buena educación financiera. Evaluar tus ingresos, gastos y deudas con regularidad puede marcar la diferencia entre unas finanzas saludables y un futuro lleno de preocupaciones.
Antes de firmar cualquier contrato o solicitar un crédito, recuerda hacer tu propio análisis financiero. Tu tranquilidad vale más que cualquier bien material.